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València honra a Na Violant d’Hongria: la reina que dejó huella

En València, una ciudad repleta de historia y cultura, se ha rendido homenaje a una figura femenina que, aunque algo olvidada en el tiempo, tuvo un papel crucial en el desarrollo del Reino de València. Estamos hablando de Na Violant d’Hongria, la segunda esposa de Jaume I, reconocida por su influencia y sabiduría en la consolidación de este reino mediterráneo.

Valencia rinde homenaje a la reina Na Violante de Hungría en vísperas del Nuevo de Octubre

La alcaldesa de València, María José Catalá, asiste al acto de homenaje a la reina na Violant d’Hongria, con motivo del 9 d’Octubre

Celebrando el legado de una reina

En vísperas de la celebración del Nou d’Octubre, el Día de la Comunitat Valenciana, el ayuntamiento organizó un acto cargado de simbolismo. La alcaldesa María José Catalá, junto al presidente de la Fundación Goerlich, Andrés Goerlich, lideraron este homenaje al colocar una corona de laurel en honor a Na Violant. Este sencillo pero significativo gesto tuvo lugar en un monolito erigido en el barrio de Campanar, una zona en València que ha adoptado con orgullo el nombre de esta reina consorte.

La alcaldesa destacó la importancia de revindicar figuras históricas que puedan estar injustamente olvidadas. En sus propias palabras, Na Violant d’Hongria no era solo una figura decorativa, sino una consejera clave y una mujer que rompió esquemas medievales con su sagacidad y proactividad. Su rol junto a Jaume I durante la conquista y estabilización del Reino de València ha sido considerado decisivo.

Un nuevo monumento en Campanar

El barrio de Campanar alberga ahora un monolito en el parque del Escultor García Mas, en honor a esta mujer notable. La pieza, una escultura de caliza de dimensión considerable, fue diseñada para perdurar y recordar su legado. Con inscripciones que leen “València a su reina Violante de Hungría”, el monumento embellece esta área de la ciudad con un toque histórico y culturalmente significativo.

Los arquitectos Alejandro Moreno Ruiz y Pablo Muñoz Vázquez fueron los encargados de darle forma a este testimonio del pasado que ahora se alza con orgullo en una zona verde de València. La Fundación Goerlich, al donar esta pieza, ha facilitado que la historia de Na Violant cobre vida nuevamente, animando a los valencianos a explorar y honrar su rica herencia.

La alcaldesa, María José Catalá, aprovechó el momento para expresar su agradecimiento al presidente de la Fundación y a todos los implicados en el proyecto. Además, hizo hincapié en la necesidad de seguir valorando aquellos elementos, tanto materiales como inmateriales, que conforman el patrimonio cultural valenciano.

Redescubriendo el papel de las mujeres en la historia

El homenaje a Na Violant d’Hongria va más allá de la colocación de un monolito; es un reconocimiento a todas las mujeres que, a lo largo de la historia, han ocupado un lugar crucial pero muchas veces no documentado lo suficiente en los libros de historia. Estas iniciativas urbanas, como el monolito en Campanar, son esenciales para dar visibilidad a figuras que forjaron el camino hacia el València que conocemos hoy.

Este evento no solo sirve para recordar a la reina consorte, sino también para inspirar a las nuevas generaciones, animándolas a investigar y redescubrir los relatos olvidados de mujeres que marcaron un antes y un después en sus respectivas épocas.

València, a través de gestos como este, reafirma su compromiso con el reconocimiento de su historia y de quienes la han moldeado, recordándonos que las raíces de una comunidad también se forjan con los recuerdos y legados de personas visionarias y adelantadas a su tiempo.

Mientras la ciudad se prepara para el Nou d’Octubre, el significado de esta fecha especial, ahora más enriquecido por la memoria de Na Violant, resplandece con más fuerza, poniendo de manifiesto el valor intrínseco de la historia compartida y de las personas que, a menudo en la sombra, la construyeron.