El barrio del Cabanyal-Canyamelar en Valencia, conocido por su historia rica y vibrante, se encuentra una vez más bajo los reflectores gracias a un proyecto emocionante. La Junta de Gobierno ha aprobado la rehabilitación de un edificio histórico en la calle de la Barraca, 157, una construcción que promete devolver el esplendor a los elementos patrimoniales que embellecen la zona.

El legado del barrio y del edificio
El Cabanyal-Canyamelar no es solo un grupo de casas, sino un testimonio viviente de la historia de Valencia. Cada calle, cada fachada y cada detalle arquitectónico cuentan historias de generaciones pasadas. Este edificio en particular, formado en 1927, no es la excepción. Con su característica protección patrimonial parcial, no solo representa el arte arquitectónico de hace casi un siglo, sino que también refleja la evolución cultural del barrio.
Protección y preservación
El lugar donde se asienta el edificio tiene un nivel de protección máxima, un territorio sagrado para los amantes del patrimonio. Esto no es mero trámite burocrático; es un compromiso con el pasado, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar y aprender de estos tesoros arquitectónicos. Mantener la autenticidad mientras se modernizan las estructuras para hacerlas habitables es una tarea monumental.
Las viviendas: reinventando el pasado para el presente
Este proyecto habita una propuesta que resalta por su integración entre lo antiguo y lo nuevo. Las tres viviendas del edificio no solo se restaurarán para preservar sus detalles arquitectónicos, sino que también se adaptarán a las necesidades modernas.
Espacios adaptables
La primera vivienda, situada en la planta baja, cuenta con 64,43 metros cuadrados repartidos en tres dormitorios. Ideal para familias, ofrece un espacio acogedor y funcional. La segunda vivienda, de 55,53 metros cuadrados, propone un diseño con dos dormitorios que fácilmente acoge a parejas o pequeños grupos familiares. Y no podía faltar un espacio para los solitarios o quienes buscan creatividad en paz: la tercera vivienda, con 44,90 metros cuadrados útiles, se distingue por su habitación en el desván, ofreciendo un rincón mágico y singular.
Eficiencia energética y funcionalidad
Sabemos que cualquier restauración en el siglo XXI no está completa sin prestar atención a la eficiencia energética. Es por eso que este proyecto contempla no solo la mejora estética, sino también el acondicionamiento de las estancias para un consumo responsable de energía. Esta visión sostenible no solo ayuda al bolsillo de los inquilinos, sino que también reduce el impacto ambiental del inmueble.
Rescate de elementos históricos
La restauración no se detiene únicamente en renovar paredes y techos. Los elementos arquitectónicos como zócalos, carpintería y pilastras recibirán especial atención para devolverles su gloria original. Estos elementos no solo son parte crucial del carácter del edificio, sino que también cuentan historias que vale la pena conservar.
Viviendas de alquiler asequible
Un toque humano cierra esta iniciativa urbanística. Una vez restauradas, las viviendas estarán disponibles para alquileres asequibles, ofreciendo la oportunidad a más personas de experimentar la vida en un edificio histórico, sin romper sus presupuestos. Este gesto no solo democratiza el acceso a la vivienda, sino que también cumple en mantener al Cabanyal-Canyamelar como un vibrante epicentro cultural y social.
La restauración del edificio de la calle de la Barraca, 157, es una oda a la historia, la cultura y el futuro innovador de Valencia. Mientras se da la bienvenida a nuevos inquilinos, el edificio narra nuevas historias, asegurando que el espíritu del Cabanyal-Canyamelar viva por muchos más años.
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